El puf es un objeto que si bien se relaciona con un cierto estilo de vida, no es menos cierto que los millennials lo han ocupado como un lugar de reunión, un objeto que fomenta el encuentro y que diversifica las experiencias de disfrute y diversión.
Bien sea porque es usado en las piscinas en verano, o en una casa en otoño, también es cierto que lo usan como lugar que brinda comodidad y confort. ¡Qué mejor que pasar una tarde con amigos sentados en un puf lanzando la talla!
Los millennials en general prefieren los pufs porque además de la comodidad que brindan, también poseen otras características como la practicidad para transportarlos, lo adaptable que se convierten según su forma y tamaño y sobre todo por lo atemporales que son: pueden usarse en primavera, otoño, invierno y verano.
Pero es en invierno cuando desde el calor del hogar, desde la comodidad del teletrabajo y desde el punto de encuentro entre familiares y amigos, el puf se convierte en un elemento unificador.
En invierno las temperaturas bajan, y los millennials prefieren estar en casa, entonces tienen el puf para tomar el desayuno, ver series, para las reuniones por zoom o para el carrete (con aforo limitado) para los viernes en la tarde, o los fines de semana.
Para agregar a más razones, una de las más importantes tiene que ver con el precio. Atrás quedaron las compras de muebles grandes, aparatosos y antiguos. Ahora se prefieren muebles más sencillos y de mejor precio. En ese sentido, el puf es el más perfecto.
Definitivamente, el puf se ha convertido en el elemento principal para que los jóvenes puedan tener un estilo de vida más free, más saludable y sobre todo más divertido en cualquier época del año, especialmente en invierno.